El pasado 9 de Septiembre nuestros alumnos concurrieron la SB3 para participar de un encuentro organizado por la Fundación Padres. El motivo del encuentro era debatir y opinar sobre el consumo de alcohol por nuestros jóvenes, como elemento indispensable para la diversión nocturna.
Como técnica para el inicio de actividades utilizaron el torbellino de ideas donde no solo, apareció el alcohol como tema central, si no también peleas y provocaciones, promiscuidad sexual, drogas, etc.
Pudieron hablar de los escasos y limitados espacios y opciones para el esparcimiento para los jóvenes (locales) con los que cuenta nuestra ciudad. Se debatió del porque se necesita alcohol para divertirse y si es tan así de que todos los jóvenes, cada vez que se juntan con otros chicos beben alcohol; luego se realizaron afiches con cinco consignas a responder en grupos.
Lo interesante de todo fue la actitud de análisis crítico de los chicos, cuestionando que si bien existe una preocupación por parte de los adultos y comunidad de Pinamar, el acceso de ellos al alcohol, como a otras sustancias, también se debe porque tanto explicita como implícitamente son abalados por adultos, como así también la función que adquieren hoy algunas familias con respecto al tema.
Seguramente si los adultos, escucháramos más podríamos, saber realmente que necesitan, sin la necesidad de verlos como “los jóvenes de hoy.”, pensando en los adolescentes como un sufrimiento para los adultos, sino como una etapa de la vida de toda persona, que debe ser acompañada por los mayores, claro que, esto implica, escucharlos, dedicarles tiempo, preocuparnos y ocuparnos ellos.
Como técnica para el inicio de actividades utilizaron el torbellino de ideas donde no solo, apareció el alcohol como tema central, si no también peleas y provocaciones, promiscuidad sexual, drogas, etc.
Pudieron hablar de los escasos y limitados espacios y opciones para el esparcimiento para los jóvenes (locales) con los que cuenta nuestra ciudad. Se debatió del porque se necesita alcohol para divertirse y si es tan así de que todos los jóvenes, cada vez que se juntan con otros chicos beben alcohol; luego se realizaron afiches con cinco consignas a responder en grupos.
Lo interesante de todo fue la actitud de análisis crítico de los chicos, cuestionando que si bien existe una preocupación por parte de los adultos y comunidad de Pinamar, el acceso de ellos al alcohol, como a otras sustancias, también se debe porque tanto explicita como implícitamente son abalados por adultos, como así también la función que adquieren hoy algunas familias con respecto al tema.
Seguramente si los adultos, escucháramos más podríamos, saber realmente que necesitan, sin la necesidad de verlos como “los jóvenes de hoy.”, pensando en los adolescentes como un sufrimiento para los adultos, sino como una etapa de la vida de toda persona, que debe ser acompañada por los mayores, claro que, esto implica, escucharlos, dedicarles tiempo, preocuparnos y ocuparnos ellos.
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